17 oct 2009

Voluntad de vivir

¿Hasta dónde es capaz de aguantar el ser humano por vivir, por seguir viviendo? ¿Cuántos casos de supervivientes heroicos se han dado a lo largo de la historia? ¿El miedo a morir es tan atroz como para sufrir el mismo infierno en tu cuerpo? Estos días he visto algún que otro documental de la segunda guerra mundial (tema que me apasiona), y no he dejado de darle vueltas al asunto. El caso que más me impresiona (judíos a parte, eso sí que tiene mérito), es el de los soldados del sexto ejército alemán cercados en Stalingrado. Una vez rodeados, su línea de abastecimiento fue cortada, por tanto, no les llegaban víveres ni munición. Estuvieron sobreviviendo con, ojo al dato, 75 gramos de pan, y 15 gramos de azúcar al día. Yo directamente como más sólo en el desayuno. A esto hay que unirle que agua no tenían, y que la tenían que tomar de los riachuelos creados por la nieve derretida, y cuya agua, estaba generalmente llena de escombros y desechos humanos. Las enfermedades empezaron a brotar, las fuerzas se les acababan. Y a todo esto, hay que añadirle el frio, con temperaturas de 40-50 grados bajo cero. Sin comida, agua y helados por el frío, ¿cómo pudieron sobrevivir así durante semanas enteras? Las condiciones eran realmente inhumanas. Pero ahí afloró la fuerza, la esperanza, la valentía y la voluntad del ser humano. Psicológicamente debían estar abatidos, pues la única manera de llegarles víveres era a través del aire, y casi siempre, estos caían en terreno enemigo o en tierra de nadie. ¿Os imagináis como tenían que sentirse cada vez que vieran caer sus víveres y demás fuera de su alcance estos soldados enfermos, helados y hambrientos? Yo me los imagino llorando, abatidos. Muchos se suicidaron. Pero los que aguantaron desde luego merecen mi admiración, porque qué extraordinario valor. Hoy en día si estuviéramos nosotros en esas condiciones no creo que aguantásemos mucho tiempo. ¿Y en qué pensarian si saldrían de allí? ¿en reencontrarse con su amada? ¿En ver a sus padres? ¿En tomar una cerveza en el bar de su pueblo? ¿En qué? ¿Cuáles serían sus pensamientos para motivarse?
Aislados, muy bajas temperaturas, enfermos, sin comida, sin agua, sin munición, siendo cada día más machacados por los soldados rusos y la impotencia de saber que no podían ser ayudados. Es esta la voluntad de vivir, de luchar por tu propia supervivencia. De no rendirte ante la adversidad. Ojalá no nos veamos nunca en esta situación.

1 vueltas más:

Anónimo dijo...

A veces, las ansias de vivir son tan enormes... tan impetuosas. Yo lo admiro.